miércoles, 30 de noviembre de 2016

Sol de hastío. María Jesús Zapater

 
 


Sol de hastío
María Jesús Zapater
Editorial Círculo Rojo, Almería, 2016
 
 
Sol de hastío es el título de la antología poética de María Jesús Zapater, que abarca su obra lírica de 1996 a 2014. Publica Editorial Círculo Rojo en un volumen en tapa dura donde se incluye íntegro su anterior poemario, Obertura en resol (2013), junto a versos previos y los más recientes, en total ciento treinta y cuatro poemas con una gran diversidad de metros y de temas.

Acompaña un extenso y lúcido prólogo de veinte páginas firmado por el poeta valenciano Blas Muñoz Pizarro, a la sazón padrino de la autora, que titula “El sentido de la forma: la poesía de María Jesús Zapater” y que subdivide en varios capítulos en los que trata desde el significado del título y de la forma, que se mueve entre la tradición y la modernidad, hasta sus influencias literarias, musicales y cinematográficas. En total un amplio estudio que permite adentrarnos con garantías en la poesía de esta periodista, que fuera columnista de opinión en el diario Las Provincias, que se define a sí misma como “orfebre de la palabra”.

Una “Nota de la autora” precede los tres cuadernos que integran el volumen, ordenados cronológicamente y que permiten constatar una evolución lírica que culmina en “Silencio”: “Mi espíritu en tu onda se recorta…/ ¡Tómame boquiabierta!, ¡pensativa!

M. J. Zapater se confiesa amante de la métrica, es por ello que abundan las estructuras clásicas en forma de soneto, y las rimas consonantes en silvas, liras, romances y décimas, en un elaborado conjunto que se torna en verdadero ejercicio de estilo, que podemos apreciar desde el primer poema:

PARTITURA EN PLENILUNIO

Repica su pandereta
el cielo azul en la falda
de la montaña, que en gualda
mira al sol (pasión secreta).
El ojo, poeta, “¡Quieta!”,
piensa. Al aire, de la grama,
cableado pentagrama
de cuervos toca a pirueta,
y en clave de sol esteta,
oscilante, clama: “¡Ama!”.

O en el poema homónimo:

SOL DE HASTÍO

Exprimiendo la tarde,
por ti bebo los vientos y el jazmín,
que hierve. Así tu alarde
(espuma en tu jardín)
me deje un poso de belleza, al fin.

María Jesús Zapater marca un hito dentro de su trayectoria con esta antología que ejemplifica su radical independencia lírica, al margen de las modas y alejada del mundanal ruido.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



jueves, 24 de noviembre de 2016

Un fragmento de eternidad. Reseña de José Luis Morante

 
 



Reseña de José Luis Morante en su blog Puentes de papel:
 
 
 
 
FRAGMENTO DE ETERNIDAD


   Con título reflexivo y temporalista, Un fragmento de eternidad, compila sus últimas composiciones Gregorio Muelas Bermúdez (Sagunto, 1977). El escritor, licenciado en Historia por la Universidad de Valencia, ha explorado sendas creadoras dispares como el guión cinematográfico, la crítica literaria y la poesía, con entregas como Aunque me borre el tiempo y el cuaderno Rosas y espigas.
  Rafael Coloma firma las líneas de introducción de esta propuesta que regresa a uno de los sustratos básicos del verso: el tiempo, y expone una de las cualidades más significativas de esta poesía: la estética directa, sincera, despojada, en la que es inevitable el poso de melancolía por su profunda significación existencial.
  Con ese afán de transcender lo efímero se articula un poemario que arranca desde el escueto umbral donde el sujeto poético se enfrenta a la inevitable condición del existir: marcar pasos en lo diario es buscar sitio en la ceniza; la escritura no es sino un modo de sortear lo transitorio y hallar en las palabras la compensación de una mínima brisa, la posibilidad de estar: “Pero sé que todo es final / que todo acaba / que solo existen los instantes / y que cada instante, / cíngulo del tiempo / es un fragmento de eternidad”.
   De oír, desde el comienzo, el nítido rumor de la agonía nace un pensamiento abocado a la paradoja, una cronología pendular entre la aurora y la noche en el que percibimos los elementos de una epifanía de materia oscura, un espacio de sombras en el que encuentra sentido la imagen infernal de un paraíso tenebroso, como si el viejo marco de la tradición católica, recuperara su simbología y se hiciese imagen de un páramo sombrío.
  De esa condición marginal del ser para la nada, la conciencia dicta un pensamiento de rebeldía y entereza,  un tono de voz firme para afrontar el invierno  y salir a flote de la desolación, desde la poesía o desde la música: “Sólo la música ilumina oscuras estancias / por donde el alma transita silenciosamente. / Es como oír el corazón latir nuevamente / en un lejano reino plagado de distancias”
Nunca cómodo por asumir ese destino marcado por la intemperie, el sujeto despliega en cada gesto un afán de eternidad; perdurar es al mismo tiempo anhelo y esperanza, incansable labor  de la voluntad para borrar heridas y descubrir agarraderos vitales a través de la voz y la palabra. Los versos se hacen testimonio y razón de ser, así nace una sentida refutación del olvido que trasciende lo personal para incidir también en el tiempo histórico y contradecir el aserto de Adorno, a raíz de la barbarie nazi: “Después de Auschwitz / se escribe poesía / para decir con eco inextinguible / que la muerte no es la única salida”
  También la visión del paisaje concede a los sentidos el equilibrio necesario de la belleza. En la sección final “Apuntes de paisaje”, que incorpora una cita del poeta elegíaco Francisco Brines, la voz meditativa dirige sus ojos al entorno en el que también respira un tiempo cíclico y mudable en el que emerge lo finito de un acontecer mesurado que pone flores entre la ceniza.



lunes, 21 de noviembre de 2016

Breve historia del alba. Jorge Galán

 
 
 
 
Breve historia del alba
Jorge Galán
Ediciones Rialp, Madrid, 2007
 
 
Breve historia del alba, con este bellísimo título obtuvo Jorge Galán el prestigioso Premio “Adonáis” en su edición de 2006. Han transcurrido diez años desde entonces y el poeta salvadoreño se ha consagrado con una novela, Noviembre, que acaba de reeditar Tusquets y que ha merecido el Premio Real Academia Española (RAE).

Antes de este premio, Jorge Galán ya había recibido numerosos reconocimientos en El Salvador y en otros países hispanoamericanos por la elegancia, madurez y precisión de su poesía, que en el presente volumen se estructura en cuatro grandes secciones: “La tarde o acto de desaparición”, “Historias mínimas”, “Ámbito más allá” y “Breve historia del alba”.

En este poemario, publicado con su habitual primor por Ediciones Rialp, el lenguaje existencial se expresa con hondura tanto en verso libre como en rima consonante, así destacan los ochos sonetos que integran “Ámbito más allá”. Una poesía en pos de la luz y la esperanza llamada a resistir el embate del tiempo.

Sirvan estos versos alejandrinos de “Acto primero”, pertenecientes al poema que abre el libro, para ilustrar lo dicho anteriormente:

La tarde es su crepúsculo. Sobre los pinos altos,
ancianos como el mundo, la tarde es femenina
y en su espalda es que brilla una melena de óleo
donde el rojo más puro declina hasta el dorado,
algo más tarde al sepia, después hasta lo oscuro.
 
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



martes, 15 de noviembre de 2016

Tan gastado corazón. Félix Molina

 
 


Tan gastado corazón
Félix Molina
Editorial Neopàtria, Alzira, 2016
 
 
Félix Molina publica su segundo poemario, Tan gastado corazón, en la colección “Opera Prima” de Editorial Neopàtria, un interesante proyecto editorial que desde Alzira viene dando voz a toda una pléyade de autores valencianos en lengua castellana y catalana, gracias a la labor de Manel Alonso i Català y Antoni M. Bonet, directores de la colección.

Con este nuevo trabajo el poeta del barrio de Nazaret, a quien dedica el libro, parece saldar cuentas consigo mismo pues el título alude al infarto que padeció hace un año, algo que se pone de manifiesto en el primer poema, titulado “No ser ya más poeta”: “abocado a la preocupación crónica/ del vivir de cada día”.

El poemario se estructura en siete apartados con títulos muy sugerentes: “Raptos de luz”, “Urbe de alas y sombra”, “Línea de flotación”, “Tan gastado corazón”, “El olvido poliédrico”, “Cintilaciones” y “Poemas con nombres”.

Félix Molina canta a un presente nublado, donde “tras su pátina de espejo// aparecen rostros, paisajes y cuerpos”, que se han perdido y resultan “extrañamente familiares”, sin embargo, la poesía le permite hablar con los muertos porque, en definitiva, “no envejecen los sueños” aunque la muerte siempre sea posible, por mucho que aletarguemos su llegada.

El poeta se entrega a una poesía de corte existencial donde los versos son semillas y la mirada es ventana. Sus inquietudes, lejos de verdades improbables, “estancias limitadas”, se imbrican con el tiempo que le ha sido dado, así lo ve pasar, lentamente, como sin sangre, en soledad, secándole la tinta de los días, entre recuerdos y ausencias marcadas en rojo en el calendario.

El poeta valenciano emplea el verso libre para expresar de forma contenida el menoscabo que produce la herida, el anticipo del adiós que a veces nos sorprende para recordarnos nuestra fragilidad intrínseca, y lo dice con extrema elegancia: “Llueven pétalos dormidos en libros olvidados”. Si cada día que pasa nos descuenta la vida y nos aboca a “una silla vacía”, Félix Molina hace recuento de encuentros, de citas clandestinas, pidiendo perdón, abrazando la “niebla del amigo”, besando “labios de humo”.

Nadie vuelve indemne y el autor versifica su experiencia con un corazón gastado pero con una segunda vitalidad para cincelar su paso por la vida, donde también se hace eco de los problemas que nos acucian cada día: el ritmo vertiginoso de las urbes y el sometimiento a la dictadura de la estadística, que nos impele al reflejo de las cosas necesarias, porque corren tiempos de confusión y de desidia: “El rebaño de las gentes/ no tiene ya la libertad de escoger/ qué seguir ni qué dejar.

Reflexión existencialista y preocupación social son los ejes sobre los que Félix Molina articula su discurso lírico tras su estadía en el hospital clínico, “verde oscuro de esperanza”. Sin embargo, también aplica la ternura cuando le escribe a su esposa aunque no precise de ellas “para sentir lo que siento”, a ella le dedica la sección que titula el conjunto y es una suerte de remanso entre vientos de tormenta.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



domingo, 13 de noviembre de 2016

Acero en los labios. Isabel Marina

 
 


Reseña publicada en Donde está el fuego 4, Cuadernos de humo 13
 
 
Acero en los labios
Isabel Marina
Ediciones Camelot, 2016
 
 
Acero en los labios es un primer poemario lleno de talento, pasión e ilusión donde Isabel Marina (Avilés, 1968) vierte sus inquietudes en cuarenta y cinco poemas divididos en tres grandes apartados: “Como pobres diablos”, “Esta ceniza seca” y “Somos fulgor”, precedidos de un prólogo firmado por Fernando Álvarez Balbuena, que toma el célebre verso de Gabriel Celaya “La poesía es un arma cagada de futuro” para definir una poesía de corte existencialista que impele al espíritu a seguir “buscando a Dios”.

La poeta asturiana se sirve del verso libre para expresar con sensibilidad y emoción los puntos cardinales de su pensamiento: “nacer, crecer,/ sentir, morir.” Sin embargo, Isabel Marina no duda en recurrir a imágenes surrealistas (“El minotauro me observa/ con sonrisa de arcángel”) para lanzar una mirada crítica, con “ojos de mendigo”, al mundo que le rodea, un mundo con sabor a ceniza donde somos demasiado breves y estamos solos y ansiosos. Enhorabuena a Isabel Marina por poner en nuestros ojos un nuevo fulgor.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez
 
 
 




jueves, 10 de noviembre de 2016

Actos de amor. Antonio Praena

 
 


Reseña publicada en Donde está el fuego 4, Cuadernos de humo 13
 
 
Actos de amor
Antonio Praena
Raspabook, 2016
 
 
Raspabook reedita el tercer poemario de Antonio Praena (Purullena, 1973), Actos de amor, con el que el poeta granadino obtuvo el XXII Premio Nacional de Poesía “José Hierro” y que en esta ocasión viene avalado por un excelente prólogo de Luis Antonio de Villena, que destaca la madurez y claridad de “un poeta de verdad”. El poemario se estructura en cinco partes con títulos muy significativos :”De la misericordia espirituales”, “Mundo”, “Carne”, “De la misericordia corporales”, y un “Prólogo” final “Para ser sincero”: “No pasaré de nuevo por la vida,/ lo sé,/ así es que dejo la palabra/ por amor.

Para Antonio Praena “amar y ser son actos coextensivos” y es que no hay belleza más honda que “amar de balde”, en castidad, “sin beneficio”, es por ello que el poeta canta a sus seres queridos, a Emmanuel, el hijo de su hermana, a sus padres, a cuyo recuerdo dedica la penúltima sección del libro. El teólogo Hans Urs von Balthasar es su guía en este peregrinar por la vida y por el mundo diciendo amor enloquecido, emplea para ello un lenguaje esencial, desnudo, que late redivivo. Emoción, sabiduría y ternura emanan estos versos de “amor en dosis pura”.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez
 
 
 

 
 
 



domingo, 6 de noviembre de 2016

Nayma. Chema Lagarón

 
 


Nayma
 Chema Lagarón
 Karima Editora, 2016
 
 
Karima Editora publica en el número 3 de su colección de poesía “Aisé”, el cuarto poemario del escritor e investigador ponferradino Chema Lagarón, Nayma. El libro se presenta con una sugerente ilustración de portada de Ricardo Ranz.

Las facetas profesional (Ciencias Químicas y Físicas) y pasional se aúnan en una poesía ecléctica y cosmopolita, que tras Decimal (Tigres de Papel, 2015) ha encontrado un estilo personal, caracterizado por la elegancia de un discurso carente de signos de puntuación que se hace eco de las injusticias sociales, como la violencia de género, y las paradojas de un mundo desordenado y en continua metamorfosis.

El poemario se estructura en tres grandes apartados. En el primero, que lleva por título “Meditations”, Chema Lagarón reflexiona sobre la poesía y sus circunstancias: “Hay más poetas que destinos”. Su verso fluye libre, directo a la conciencia del lector, que asume un papel activo para descifrar la profundidad adonde le lleva el poema, que se viste de metáfora, este es un rasgo común a todo el conjunto pues la poesía es creer en “la razón de los números primos” para no olvidar “el oasis de lo que calla”. Destacan los poemas “Años de la primavera” y “Viento de las Cícladas”.

El segundo apartado, “Serenity”, se inicia con el título de la canción de John Coltrane, “Naima”, que además de denominar el conjunto, marca el tono surrealista que guiará buena parte de su contenido, así Chema Lagarón no duda en unir vocablos aparentemente dispares para lograr un efecto armonioso donde orquesta un discurso visceral, genuino, que apela al subconsciente para disipar la niebla que envuelve el vacío. El autor encadena poemas breves con otros de largo aliento para regresar a la infancia a lomos de un “caballo mestizo” o reflexionar sobre el desencuentro entre el amor y el sexo. Aquí la figura femenina adquiere fisicidad en forma de “mujer samurai” (“no es la biología lo que mata/ es el desfallecimiento del deseo”) o de Camille y su locura latiendo “en la belleza del barro”.

En el tercer apartado, “Compassion”, el poeta ahonda sus pasos en lugares concretos: Pakistán, Afganistán, Malí, Costa Rica, Roma, Varsovia, Alaska, Bangkok, que recorre con actitud crítica y verbo solidario. Destacan los cinco “retratos” que dedica a los más conflictivos: Peshawar, Kabul, Bamiyan, Gao.

En definitiva, Chema Lagarón sintetiza sus vivencias a modo de memorias líricas donde vierte su manera de pensar y de sentir en un mundo ancho y ajeno.
 


Gregorio Muelas Bermúdez
 
 




viernes, 4 de noviembre de 2016

Presbicia, Jorge Ortiz Robla presenta en Bartleby su nuevo poemario

 
 


 
Crónica de la presentación en MUNDIARIO:


El pasado jueves 27 de octubre se presentó en la emblemática Librería Bartleby, enclavada en el Barrio de Ruzafa, Valencia, sabiamente regentada por la poeta Luci Romero y por David Brieva, el nuevo trabajo poético del poeta canario afincado en Catarroja, Jorge Ortiz Robla, Presbicia, que acaba de publicar Baile del Sol Ediciones en su magnífica colección “Sitio de fuego”.

El evento coincidió en fecha y hora con otros que se celebraban en la capital del Turia, demostrando el estado de gracia de la poesía en Valencia, una ciudad que experimenta un extraordinario auge lírico, ello, sin embargo, no fue óbice para que el acto estuviera concurrido pues allí se reunieron muchos de los fieles a la poesía del autor canario, desfilaron poetas como Ramón Campos, compañero del autor en el Col.lectiu Intromissió o Gonzalo Escarpa, recién llegado de México, entre otros.
 



Cabe destacar la presencia de David Trashumante, autor del texto que figura en la contraportada del poemario, que ofició como maestro de ceremonias, acompañando al autor en la mesa e ilustrando a los presentes sobre las muchas virtudes de una poesía que consigue concienciar al lector sobre problemas cotidianos que a menudo pasan inadvertidos. Trashumante, conocido por su activismo poético, es además uno de los autores más dinámicos del panorama actual y un referente en perfopoesía.

A continuación, Jorge Ortiz leyó una selección de diez poemas del libro para sumergirse después en la lectura de una amplia muestra de su obra poética publicada e inédita, dando lectura a algunos de los poemas añadidos en la tercera edición de su primer poemario, La simetría de los insectos, Lastura, y otros tantos de Resiliencia, La Herradura Oxidada.

Una distendida ronda de preguntas por parte del público asistente dio fin a un acto entrañable, ameno y repleto de camaradería.
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



martes, 1 de noviembre de 2016

Anestesia. Inaxio Goldaracena

 
 


Anestesia
Inaxio Goldaracena
Baile del Sol Ediciones, Tenerife, 2016
 
 
Anestesia es el título del primer poemario publicado de Inaxio Goldaracena y lo edita Baile del Sol en el número 182 de su colección “Sitio del fuego”. A pesar de ser la primera obra que envía a imprenta, el autor navarro ya posee una interesante trayectoria poética pues ha sido incluido en diversas antologías, como Cosmopoética (Cosmoanónimos, 2015), En legítima defensa (Bartleby Editores, 2014) o Diva de mierda (Ediciones Liliputienses, 2014), además de haber sido premiado por dos poemarios inéditos: el Premio Elvira Castañón, 2009, por Laberinto de Sueños; y el Premio NajiNaaman, Beirut, 2010, por Piel sin fronteras. Actualmente modera la tertulia de poesía “La casa roja”, en la librería Katakrak de su ciudad natal, Pamplona.

Isabel Bono firma un breve y lírico prólogo que bajo el título “Los lobos no comen manzanas” sitúa al autor en “el camino hacia el lobo que “es el fruto de los poetas”.

El poemario se compone de treinta y un poemas repartidos en cinco apartados, con títulos muy significativos: “Exactamente antes”, “Sonámbulo”, “No duerme el animal”, “Intemperie” e “Instante”, donde el autor nos confía sus inquietudes escribiendo a un tú que en verdad es el yo del poeta, que unas veces se disfraza con piel de cordero, tras el que acecha el lobo “malherido/ por el puñal de la vida”, y otras se obsesiona con el tiempo ucrónico, dedicando horasa pensar en lo que nunca fue”.

La escritura de Inaxio Goldaracena ahorma su verso en la cruda realidad, haciéndose eco de problemas cotidianos, se trata, pues, de una poesía de corte social, con una aguda actitud de crítica, así sucede en “Trueque”, donde tanto paciente como psiquiatra tratan de transformar en sueños su realidad a través del diálogo y los barbitúricos, o en el poema que da título al conjunto, donde el frío y la soledad invitan a “pulsar off/ en el botón de pensar”.

Y es que no podía titular mejor el libro el poeta navarro, pues versifica desde un nivel superior de conciencia que pone el acento en la necedad de un sistema que aliena y adocena al individuo para que permanezca insensible e hipócrita, como en “Funeral”, donde manifiesta: “el dolor se ha repartido/ como un pastel./ Cada uno/ ha escogido su pedazo”. También hay lugar para la reflexión, sobre la propia poesía en “Noche en blanco”, y sobre acontecimientos del pasado aún presentes en “Amnesia”, fechado en 1938, donde dos basureros “lustran la Historia” “para que nadie/ resbale mañana”.

Inaxio Goldaracena escribe desde el insomnio, acompañado por los recuerdos, la “alta fidelidad” de la radio o el sabor amargo del café solo, mas no teme enfrentarse cada mañana ante el espejo del W.C. aunque quiera “tirar de la cadena/ para empezar de nuevo”. Multitud de temas, aparentemente banales, son tratados con verdadero ingenio por el poeta navarro, que arroja una mirada incisiva que desvela el revés de la trama, por ejemplo, el abuso de medicamentos en un mundo afectado de hipocondría, o la colonización de las playas por los edificios que ocultan el paisaje del mar.

Pero si hay un tema crucial es el del inexorable paso del tiempo y, sobre todo, su pérdida, en escenarios nocturnos de fábricas y tugurios, he aquí un poema paradigmático:

DUELO

Pasa el tiempo en su anochecer.
Pasa el tiempo huérfano de luz.
Pasan los minutos y los segundos,
después pasa una sombra,
más tarde el guante del insomnio.

Pasan las horas
y la noche
vuelve a ganar al tiempo.

Inaxio Goldaracena reflexiona sobre el instante , “un lunes de diciembre”, por ejemplo, y su velocidad en las calles de la ciudad, donde se torna “un adorno existencial”, una rapidez que, sin embargo, está regulada y ordenada y que a la postre genera un estado de parálisis y abotargamiento que deviene en inmovilismo.

El paisaje urbano adquiere un peso superior en los versos, así la ciudad aparece transida por un clima de tristeza auspiciado por las nubes y la lluvia, donde la vida y los sueños se baten tras el cristal de la ventana o en habitaciones de alquiler, sobre el gris asfalto o en una “fotografía” de invierno, para finalmente acabar durmiendo a la intemperie al caer “el telón de los sueños”.

En definitiva, Inaxio Goldaracena versifica el contagioso estado de astenia que se propala sin freno, con el objetivo de despertar al lector activo e inquieto, y lo hace con poemas de tan bella factura como “Nighthawks (Edward Hopper, 1942)”.

 
 
Gregorio Muelas Bermúdez