domingo, 20 de mayo de 2018

Dondequiera que vague el día. Ada Soriano

 
 


Dondequiera que vague el día
Ada Soriano
Ars Poetica, Oviedo, 2018
 
 
Ars Poetica (EntreAcacias, S.L.) publica con pulcra exquisitez el nuevo libro de la poeta oriolana Ada Soriano (1963) con el bello título Dondequiera que vague el día. La calidad de la colección que le da acogida, “Carpe Diem”, donde acaban de ver la luz los últimos trabajos de los también oriolanos José Luis Zerón Huguet (Perplejidades y certezas) y José Manuel Ramón (La tierra y el cielo), y el lema que la Sociedad editora que le da soporte, “boutique de poesía”, revelan el cuidado y la elegancia que el género lírico tiene para Ilia Galán, director editorial.

Es precisamente José Manuel Ramón, miembro fundador junto a Ada Soriano, José Luis Zerón y José María Piñeiro de aquella memorable revista de creación llamada Empireuma, quien añade sus palabras en la contracubierta para afirmar la condición de rara avis de la autora, “ajena a los cantos de sirena de la insulsa posmodernidad”, en efecto, Ada Soriano es una poeta que puede presumir de un estilo propio donde lo autobiográfico se entrelaza con lo cotidiano en perfecta sincronía. Nos hallamos con un estilo pulido y sencillo que dignifica la palabra como vehículo de una emoción donde las luces se atenúan con las sombras dando paso a una serena reflexión.

No encontramos en su poesía una compleja estructura, el libro se compone de veintinueve poemas divididos en dos partes, la que da título al conjunto y “Seis poemas delicados”, que dedica a su madre y a José Luis Zerón, entre otros, donde el punto de vista se torna más sentimental si cabe.

Una cita de António Ramos Rosa introduce el “alumbramiento”, los “esbozos de luz” donde “cae lento el sol”. Los cerezos, las nubes, las rosas, los caballos, son fuente de inspiración para una meditación íntima o para la expresión del deseo, de la entrega, del arrebato.

Pero es en el poema que da título al libro donde Ada Soriano sintetiza su discurso, como en estos versos: “Dondequiera que vague el día / buscan los amantes un refugio / donde saciar sus deseos / al margen de la mirada inquisitoria / de una sotana y su púlpito”. Así la poesía se erige en un instrumento eficaz para la crítica social y, ante todo, como verdadero refugio para la sensibilidad de una autora capaz de hacer perennes los pétalos de las “flores en el río”.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez



domingo, 13 de mayo de 2018

Cronología de Tarkovski. Joaquín Juan Penalva

 
 


Cronología de Tarkovski
Joaquín Juan Penalva
Huerga & Fierro editores, Madrid, 2018
 
 
Cronología de Tarkovski es el sorprendente título del nuevo poemario de Joaquín Juan Penalva, y digo sorprendente porque más bien parece el título de un libro monográfico sobre el cineasta ruso Andrei Tarkovski (1932-1986), uno de los genios indiscutibles del séptimo arte, que fue capaz de crear un estilo inconfundiblemente lírico.

El poeta de Novelda se reconoce un gran admirador de Tarkovski y este poemario es su particular homenaje al director de siete obras maestras del cinematógrafo, así los diez poemas que componen este libro se inspiran directamente en el visionado de sus películas. Joaquín Juan Penalva nos propone un viaje íntimo por el celuloide grabado a fuego en la retina, introducido por un ingenioso “Glosario de imágenes (para una cartografía de A. T.)” de Luis Bagué Quílez, hermano de letras del autor, donde el reciente ganador del Premio de Crítica por Clima mediterráneo desglosa aquellos términos que son fundamentales en la filmografía de Andrei Arsenevich, así dice de sacrificio: “Ofrenda al árbol de la infancia”.

Un poema de Arseni Tarkovski, padre de Andrei, sirve de preludio a los poemas oníricos de Joaquín Juan Penalva, que elige el verso libre de arte menor para contar con la mayor sencillez y gran hondura las esquirlas de Tarkovski.

Mención aparte merece la esmerada edición de Huerga & Fierro, con una ilustración de portada de Luis Mira Seller, que adapta un icono de Andrei Rublev con el rostro del cineasta, y un bellísimo poema en la contraportada que remite a El espejo (Zerkalo, 1975), donde el escritor alicantino reproduce la escena de unos exiliados españoles de la Guerra Civil: “alguien habla español / en el cuarto de al lado / y da algunos pases / a la manera / de Palomo Linares”.

En definitiva, Cronología de Tarkovski viene a confirmar la madurez expresiva que Joaquín Juan Penalva había alcanzado con Anfitriones de una derrota infinita (2015) y es, ante todo, un sentido tributo a uno de los grandes artistas del siglo XX.
 
 
 
Gregorio Muelas Bermúdez